Familias carecientes e instituciones reciben insumos y asesoramiento para realizar huertas orgánicas. En Balcarce se estima que existen 1000 de autoproducción de alimentos.
BALCARCE (Corresponsal).- En esta Argentina contemporánea con una economía cíclica y recurrente en crisis que traen pobreza, existen algunos bálsamos a la alcance de su mano que no siempre son aprovechados en su justa medida.
Uno de ellos es el programa ProHuerta del Inta que invita a familias carecientes y escuelas a que puedan producir sus propios alimentos. La medida gubernamental fue tan exitosa a lo largo de su historia -casi 30 años- que hasta hubo casos en que lograron un excedente que permitió su comercialización y así aparecieron las ferias agroecológicas.
“La siembra, al hacerse en forma escalonada, hace que las familias tengan alimentos todo el año”, expresó a LA CAPITAL la referente del programa en Balcarce, Ramona Palmieri.
La extensionista contó que existen en el distrito un millar de huertas repartidas -principalmente- entre zonas periurbanas, parajes y localidades. “Se distribuyen 1600 kits de semillas por año. Balcarce es una de las ciudades con mayor cantidad de huertas”, aseguró.
El paso del tiempo provocó avances en el programa que posibilitaron que actualmente se pueda desarrollar una huerta orgánica en un balcón, con las llamadas verticales que se distribuyen en macetas.
La ingeniera comentó que “facilitan la producción de verduras de hoja, aromáticas y frutillas, en aquellos lugares donde no se dispone de suelo fértil como canteros, terrazas y balcones”.
El ProHuerta depende del Ministerio de Salud y Desarrollo Social y el Inta. Se desarrolla en las Agencias de Extensión Rural en coordinación con el municipio y otras instituciones.
“Cuando se inició el programa fue para ayudar a las familias más humildes a que pudieran tener sus alimentos y de esa manera paliar la crisis económica. Fue una forma de solucionar la problemática en forma masiva”, recordó Palmieri.
La técnica dijo que tiene dos componentes: la huerta y la granja. “Sirven para asistir a las familias de bajos recursos, a los pequeños productores en la parte de comercialización”.
Y agregó que se trabaja en red: el técnico tiene un grupo de promotores compuesto por productores, integrantes de sociedades de fomento y asistentes sociales del municipio con el objeto que llegue “a cada rincón de la ciudad y el campo”.
El grupo participa en la entrega de los insumos, las capacitaciones y el seguimiento del desarrollo de las huertas para que puedan tener un nivel óptimo de producción. “De alguna manera hacer llegar las respuestas a las demandas que hay en las familias de las zonas periurbanas y las localidades y parajes. Trabajamos de manera muy eficiente por el compromiso que tienen los promotores, por eso el programa tiene casi 30 años. No existe otro programa que tenga tantos años y haya atravesado tantos gobiernos y es porque la gente se lo apropió y lo toma como algo suyo”, argumentó la ingeniera agrónoma.